Referentes de empoderamiento y participación

 

En este tercer reto, diferente a los anteriores realizados donde tenía cabida la reflexión e interpretación de la realidad, aquí lo que vamos a hacer es un análisis de un programa desarrollado por las administraciones públicas a fin de favorecer la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Nos centraremos en una línea de subvenciones desde el ámbito andaluz a través del IAM (Instituto Andaluz de la Mujer, en adelante IAM), recogidas en la Orden de 5 de octubre de 2015 y publicada en el BOJA núm. 215, de 5 de noviembre de 2015.

El IAM, tiene como fin promover las condiciones para que sea real y efectiva la igualdad del hombre y la mujer andaluces, fomentando la participación y presencia de la mujer en la vida política, económica, cultural y social, y superando cualquier discriminación laboral, cultural, económica o política de ésta.

Conocedora de la dificultad de acceso a los recursos de que disponen las asociaciones y déficit en sus equipamientos, ha establecido una línea de subvenciones a asociaciones y federaciones de mujeres para la realización de proyectos que fomenten la participación social de las mujeres y la promoción de la igualdad de género.

En relación a la articulación ciudadana, la situación social y la participación ciudadana, se observan problemas de financiación de asociaciones y de las asambleas locales, déficit formativo de representantes políticos y de las juntas directivas del tejido asociativo.

Resultan preocupantes los problemas de gobernanza (local, comarcal y multinivel) y, sobre todo, la pérdida de vigor del enfoque ascendente y la pérdida de importancia de lo local.

La falta de democracia participativa, de gobierno abierto y el hastío participativo son otros elementos negativos a salvar.

Vamos a tomar como ejemplo de aplicación de ese programa a la Federación de Asociaciones de Mujeres de la Comarca de Guadix Sulayr compuesta por 31 asociaciones de mujeres de los distintos municipios que la conforman y cuyo ámbito de actuación es local.

Este proyecto se encuadra en una búsqueda de sinergias dentro del tejido asociativo en el ámbito rural con el objetivo de promover e impulsar la participación social y política de las mujeres a través del empoderamiento femenino. La formación, el intercambio de experiencias, los encuentros con mujeres de otros territorios han contribuido a la consecución de ese objetivo.

Los procesos de empoderamiento y participación recuperan en su quehacer como Federación y como mujeres, un lugar prioritario para volver a motivarlas e implicarlas en los cambios que necesita su territorio en materia de igualdad de género y en la consecución de la igualdad real entre mujeres y hombres en el mundo en el que vivimos.

En proyectos como el que aquí presentamos, que trata de cambiar actitudes muy arraigadas, y si consideramos que el proceso de empoderamiento es un proceso largo y dificultoso en el que los avances se van consiguiendo a través de pequeños logros, podemos decir que cualquier modificación en las actitudes, por pequeñas que éstas sean, pueden suponer un efecto multiplicador en otras personas y un avance importante en el camino hacia la igualdad.

La Federación quiere seguir aprendiendo, compartiendo y experimentando con actuaciones comunes, complementarias y transversales, para disponer de mayores recursos, experiencias y oportunidades que fortalezcan sus procesos de empoderamiento personal, colectivo y social; además de su presencia y participación social y política, generando la plena ciudadanía de las mujeres y la Igualdad real entre mujeres y hombres.

Si hablamos de cifras, el número de personas participantes activas en el proyecto fue de 610, donde la casi la totalidad fueron mujeres (606) y el resto hombres, representando sólo el 0.66%. Aunque si tomamos en consideración las que participaron de manera indirecta, el número ascendería  a 1.700 (cifra que ronda el número de socias de la Federación).  

Además, la ejecución del presente proyecto ha generado una cantidad de materiales audiovisuales que se utilizarán para visibilizar las actuaciones que llevan a cabo, y motivar al mismo tiempo, una participación activa del resto de mujeres que aún no forman parte ese tejido asociativo.

La Federación ha servido de trampolín hacia la vida política municipal de esas mujeres más activas y destacadas que han sido visibilizadas por las clases dirigentes y que las han incorporado a los distintos consejos de gobierno locales de la comarca accitana.

Por último, a modo de conclusión de nuestro análisis, vamos a hablar de las fortalezas y las debilidades de este programa de ayudas con fondos públicos y que formarían parte de un análisis DAFO. Aquí sólo nos centraremos en dos de ellos, dejando para análisis posteriores las amenazas y las oportunidades.

La principal fortaleza viene dada por el dinamismo del tejido asociativo femenino, por una mayor iniciativa y también por la consecución de avances en la participación, aunque el nivel de participación se considere aún una debilidad.

Cabe destacar la sensibilidad y compromiso de las administraciones públicas por promover la igualdad, diseñando actividades para mujeres desde la perspectiva de género y la importancia que la Unión Europea concede a la participación efectiva.

Se observan, al analizar la información relativa a la igualdad de género en el medio rural, aspectos negativos relacionados con la desigualdad en lo que a posibilidades de participación y promoción se refiere. Además, existe un problema de relevo en las juntas directivas y deficiencias en la formación en las mismas. Por ello es importante, adquirir conocimientos y herramientas de participación a través de la formación para paliar dichas carencias.

Otras debilidades que sufren los colectivos asociativos en general, y femeninos en particular, son unos equipamientos e infraestructuras deficitarias que impiden un espacio adecuado de participación social.

Berrinale

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